El mismo proceso que causa las enfermedades cardíacas es el que causa la disfunción eréctil, sólo que antes. La incapacidad para lograr una erección o mantenerla con la firmeza suficiente para mantener una relación sexual puede ser un signo de alerta precoz de problemas cardiacos actuales o futuros.

La disfunción eréctil es una patología frecuente, que afecta a casi el 40% de los hombres mayores de 40 años. Esta entidad comparte con la enfermedad cardiovascular factores de riesgo comunes como la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, la edad, el tabaquismo, el sedentarismo, el síndrome metabólico o la depresión. Además, algunos estudios relacionan la disfunción eréctil como un componente importante en la calidad de vida de los pacientes y, en consecuencia, un factor de riesgo cardiovascular en sí mismo.

El 90% de los problemas de disfunción eréctil tienen un origen orgánico y se manifiestan como una señal de alarma de que el organismo no funciona correctamente. Un hombre con disfunción eréctil tiene mayor riesgo de padecer una enfermedad cardiaca, y este primer síntoma podría aparecer entre uno y cuatro años antes de sufrir una enfermedad cardiaca.

Fisiopatología

La erección del pene es un fenómeno neurovascular mediado por el óxido nítrico, un potente vasodilatador liberado en las terminales nerviosas y el endotelio de los vasos del pene. Por lo tanto, para que se produzca la erección se requiere una función adecuada del endotelio (revestimiento interno de los vasos sanguíneos).

La arteriosclerosis causa disfunción endotelial, que es un fenómeno común independiente del territorio vascular afectado. Las pruebas científicas acumuladas sugieren que la disfunción endotelial, que ya está presente en fases muy tempranas del desarrollo de la arteriosclerosis, desempeña un papel crucial en la disfunción eréctil. De este modo, la disfunción eréctil como síntoma centinela desempeña un papel esencial en el diagnóstico precoz de la enfermedad cardiovascular (riesgo coronario).

En consecuencia, la acumulación de placas de aterosclerosis tiene un doble efecto perjudicial sobre la erección del pene.

  • La presencia de placa reduce el calibre de los vasos sanguíneos, limitando el flujo sanguíneo.
  • Lesiona el endotelio, impidiendo la producción de vasodilatadores en el pene.

¿Cuál es la relación entre la disfunción eréctil y los problemas cardíacos?

La disfunción eréctil no siempre indica un problema cardiaco de fondo. Sin embargo, las investigaciones sugieren que los hombres con disfunción eréctil sin causa aparente, como un traumatismo o una patología psicológica, deben someterse a pruebas de detección de cardiopatías antes de iniciar cualquier tratamiento.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

La disfunción eréctil y las cardiopatías también comparten muchos factores de riesgo, como los siguientes:

  • Diabetes
  • Consumo de tabaco. Fumar aumenta el riesgo de enfermedad vascular y puede causar disfunción eréctil.
  • Consumo de alcohol. Beber demasiado alcohol puede provocar enfermedades cardiovasculares y podría contribuir a otras causas de este tipo de enfermedades, como la hipertensión arterial o niveles anormales de colesterol. El alcohol también afecta a las erecciones.
  • Hipertensión arterial. Con el tiempo, la hipertensión daña el revestimiento de las arterias y acelera el proceso de enfermedad vascular. Ciertos medicamentos para la hipertensión, como los diuréticos tiazídicos, también pueden afectar a la función sexual.
  • Nivel elevado de colesterol. Un nivel elevado de colesterol de lipoproteínas de baja densidad puede causar aterosclerosis.
  • La edad. A medida que envejece, es posible que tarde más en tener una erección y que ésta no sea tan firme. Cuanto más joven sea, más probable es que la disfunción eréctil indique un riesgo de cardiopatía. Los hombres menores de 50 años tienen un riesgo excepcionalmente alto. En los hombres mayores de 70 años, es mucho menos probable que la disfunción eréctil sea un signo de cardiopatía.
  • Obesidad. En general, el exceso de peso empeora otros factores de riesgo de cardiopatía.
  • Nivel bajo de testosterona. Los hombres que tienen un nivel bajo de testosterona presentan tasas más elevadas de disfunción eréctil y enfermedades cardiovasculares que los hombres con niveles normales de testosterona.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento para la disfunción eréctil causada por una cardiopatía?

Realizar cambios en el estilo de vida. Aumente la actividad física, mantenga un peso saludable, deje de fumar y beba alcohol con moderación o deje de hacerlo. Sin embargo, si presenta signos y síntomas más graves de cardiopatía, es posible que tenga que someterse a más pruebas o tratamientos.

Después de 40 años.

La disfunción eréctil, en sus diferentes niveles, afecta al 40% de los hombres mayores de 40 años, y empeora con la edad. La prevención y actuación sobre el estilo de vida, consumiendo una dieta sana baja en grasas, reduciendo el consumo de alcohol, evitando el tabaco, perdiendo peso y aumentando la actividad física, es la primera actuación que debe tener en cuenta el paciente.

Prevenir los factores de riesgo cardiovascular mejora el flujo sanguíneo durante la erección, por lo que un paciente con disfunción eréctil debe ser interrogado sobre su salud cardiaca y los factores de riesgo cardiovascular.

Farmacoterapia

En cuanto al tratamiento farmacológico, los inhibidores de la fosfodiesterasa son los fármacos orales actualmente disponibles para el tratamiento de la disfunción eréctil y son eficaces, seguros y, en general, bien tolerados. Su eficacia supera el 80% en cualquier grupo de edad, en cualquier grado de severidad de la disfunción eréctil y por cualquier etiología. Para recomendar su uso, es necesario asegurarse de que el paciente puede tolerar un ejercicio físico acorde a su capacidad funcional, si el paciente presenta disnea en reposo, no se recomienda.

Hay que tener en cuenta que algunos fármacos cardiovasculares pueden producir disfunción eréctil como efecto secundario. Los nitratos, destaca la importancia de evitar su interacción con los inhibidores de la fosfodiesterasa ya que su asociación puede producir hipotensión arterial.

Métodos de diagnóstico específicos de la enfermedad coronaria.

La Tomografía Axial Computarizada (TAC) es una prueba radiológica de reciente implantación que permite detectar la enfermedad coronaria de forma no invasiva y sencilla, y que puede ser útil en el cribado de esta patología. Esta técnica evalúa la presencia de calcio coronario e incluso la existencia de estenosis coronaria. La presencia de calcio coronario es un hallazgo particular de la arteriosclerosis coronaria.

En pacientes con síntomas inespecíficos que presentan una probabilidad baja o intermedia de enfermedad coronaria, la angio-TC coronaria está justificada. Esta técnica ofrece la posibilidad de visualizar con gran detalle la gravedad de la arteriosclerosis coronaria y, lo que es más importante, excluir la enfermedad con seguridad.