La disfunción eréctil (DE) no es infrecuente, pero puede hacer que un hombre sienta que es el único que tiene que lidiar con este problema. Los problemas de erección afectan a la confianza y la autoestima del hombre, provocan mucho estrés y conducen a la irritabilidad, que también puede afectar a la relación de pareja. Aunque se trata de un problema frustrante, la disfunción eréctil es manejable, y en este post vamos a hablar de cómo tratarla.
Diagnóstico de la disfunción eréctil
La dificultad para lograr o mantener una erección una o dos veces no suele ser un signo de preocupación. Cuando esto ocurre de forma persistente, hay que acudir al médico. Los hombres tienden a sentirse reacios a acudir al médico en relación con este problema, pero es necesario para un diagnóstico correcto y un tratamiento adecuado.
En la mayoría de los casos, el examen físico y las preguntas sobre el historial médico son suficientes para que el médico diagnostique la disfunción eréctil. Sin embargo, pueden ser necesarias pruebas adicionales si un hombre tiene alguna enfermedad subyacente que pueda contribuir a sus problemas de erección. Estas pruebas incluyen:
- Análisis de sangre
- Análisis de orina
- Ecografía
- Examen psicológico
- Prueba de tumescencia peneana nocturna que consiste en el uso de un dispositivo portátil que funciona con pilas y se coloca en el muslo mientras se duerme. El dispositivo evalúa la calidad de las erecciones nocturnas.
Tratamiento de la disfunción eréctil
La pregunta “¿Cuál es el mejor tratamiento para la disfunción eréctil?” no tiene una respuesta concreta. El tratamiento de esta disfunción sexual común depende de la causa subyacente. En la mayoría de los casos, lo mejor es una combinación de distintas opciones de tratamiento en lugar de una única vía. Echemos un vistazo a los enfoques más comunes que los médicos recomiendan a sus pacientes con disfunción eréctil.
Medicamentos
Para tratar la disfunción eréctil, el médico puede recetar algún tipo de medicación oral que actúe aumentando los niveles de óxido nítrico, una sustancia química que dilata los vasos sanguíneos y relaja los músculos del pene. El óxido nítrico permite que las cámaras y los vasos sanguíneos del pene se dilaten, reciban más sangre y se hinchen, es decir, se pongan erectos. Tenga en cuenta que los medicamentos orales para la disfunción eréctil no son afrodisíacos, es decir, no estimulan sexualmente al hombre. Sólo sirven para aumentar la señal y, por lo tanto, provocarle una erección. Los medicamentos orales recetados para la disfunción eréctil son:
- Sildenafilo (Viagra generico, Viagra original)
- Avanafil (Stendra)
- Vardenafilo (Levitra generico, Staxyn)
- Tadalafil (Adcirca, Cialis generico)
Además de los medicamentos orales, el médico también puede recetar otros medicamentos como la autoinyección de alprostadil y el supositorio uretral. El reemplazo de testosterona también se prescribe a los hombres cuya disfunción eréctil está causada por un nivel bajo de testosterona.
Cuando se trata de medicamentos para la disfunción eréctil, es fundamental respetar la dosis y las instrucciones de uso proporcionadas por el médico.
Asesoramiento
Los problemas de pareja, el estrés, la ansiedad, la depresión y el TEPT pueden causar disfunción eréctil. Para los hombres cuya disfunción eréctil está causada por factores psicológicos, el asesoramiento psicológico es una medida de tratamiento eficaz. El terapeuta o consejero le guía por el camino del autodescubrimiento, le ayuda a enfrentarse a sus emociones, miedos y preocupaciones. Al mismo tiempo, la terapia enseña a los pacientes a manejar el estrés, la ansiedad y otros problemas que podrían estar afectando a su vida sexual. El terapeuta o consejero también puede sugerirle que invite a su pareja para trabajar juntos los problemas relacionados con la relación. Una vez resueltos los problemas psicológicos, las erecciones serán más fuertes y duras.
Cirugía
La cirugía es el último recurso, es decir, los médicos la sugieren sólo en los casos en que otras medidas de tratamiento no tienen éxito. En otras palabras, la cirugía no es lo primero que el médico recomienda a su paciente con disfunción eréctil.
Los implantes de pene y la cirugía vascular son las dos operaciones más habituales en los hombres con disfunción eréctil. Los implantes se colocan a ambos lados del pene y consisten en varillas inflables o maleables (que se pueden doblar). Estos últimos mantienen el pene firme pero flexible, mientras que los implantes hinchables permiten a los hombres controlar cuándo y cuánto durará su erección. Por otro lado, la cirugía vascular se realiza con la misión de solucionar las causas de disfunción eréctil asociadas a problemas de los vasos sanguíneos.
El tiempo de recuperación varía de un paciente a otro. Dicho esto, los procedimientos quirúrgicos para la disfunción eréctil tienen altas tasas de éxito.
Modificaciones del estilo de vida
El tratamiento de la disfunción eréctil requiere también un estilo de vida saludable. Lo que los hombres deben tener en cuenta es que la disfunción eréctil no tiene soluciones rápidas. Claro que las pastillas pueden conseguir erecciones más fuertes y duraderas, pero son una solución a corto plazo. Para solucionar el problema a largo plazo, hay que cambiar un par de cosas en el estilo de vida. Su médico puede recomendarle que deje de fumar y que reduzca o evite el consumo de alcohol. Tanto el tabaquismo como el consumo de alcohol pueden contribuir a la disfunción eréctil debido a su capacidad para constreñir los vasos sanguíneos.
Si consume drogas ilegales, su médico le sugerirá que deje de hacerlo porque muchas de esas drogas pueden provocar disfunción eréctil. Además, los hombres con esta disfunción sexual también deberán aumentar los niveles de actividad física y mantener un peso corporal saludable.
Dado que el sedentarismo y el sobrepeso o la obesidad pueden provocar disfunción eréctil, realizar algunos cambios para abordar estos factores es una opción de tratamiento viable. El ejercicio regular, tanto cardiovascular como de fuerza, puede ayudarle a perder peso y a tonificar los músculos. La actividad física mejora el flujo sanguíneo, que es vital para unas erecciones fuertes. En lo que se refiere a la dieta, en lugar de alimentos cargados de azúcar y productos muy procesados y refinados, debe optar por alimentos ricos en proteínas, frutas y verduras. Una dieta equilibrada puede mantener el peso en un rango saludable y también mejorar el flujo sanguíneo.
¿Debo tomar suplementos?
Hoy en día se venden cientos de suplementos dietéticos para la disfunción eréctil en Internet y en farmacias. Prometen soluciones milagrosas, como erecciones superfuertes e incluso un pene más grande, pero hay que tener cuidado. Muchos productos son ineficaces. Consulte a su médico sobre este tema, especialmente si está tomando otros medicamentos. Aunque los suplementos están disponibles sin receta médica, sigue necesitando el consejo de su médico, ya que muchos productos contienen ingredientes ocultos y potencialmente peligrosos.
Conclusión
No existe una opción de tratamiento específica para la disfunción eréctil que se considere la mejor. Esto se debe a que el tratamiento de la disfunción eréctil depende de la causa de la disfunción sexual. Entre las vías de tratamiento habituales se encuentran los medicamentos, los ajustes del estilo de vida y el asesoramiento, mientras que la cirugía es el último recurso. En muchos casos, el tratamiento de la enfermedad subyacente (si la disfunción eréctil está causada por algún otro problema de salud) puede solucionar los problemas de erección.